Los ETFs (Exchange Traded Funds) son unos fondos caracterizados por tener cotización en el mercado de valores y tienen un funcionamiento similar al de una acción de una empresa. Su objetivo principal es el de replicar la evolución de algún índice bursátil o financiero.
Los ETFs están al alcance del inversor minorista y son una buena opción para poder diversificar con pequeños capitales. Se trata de un tipo de fondo de inversión pasivo que consiste en que el fondo compra las acciones que forman un índice según su ponderación con el objetivo de reflejar en la medida de lo posible el comportamiento de ese índice.
Definición y características
Los fondos cotizados son una combinación entre los fondos de inversión y las acciones. Se puede comprar y vender exactamente igual que una acción por lo que tiene una mayor accesibilidad. Cada vez están más de moda y su crecimiento no hace más que aumentar.
Existen dos tipos o modelos de replicar el índice, una réplica física o una réplica sintética. En la física se hace una copia exacta del índice que hemos tomado de referencia, igualando sus proporciones y valores. En el modelo sintético, se complica la inversión al realizar una copia utilizando instrumentos financieros como los derivados. Es más habitual en mercados de países emergentes.
Al igual que las acciones, se trata de un producto financiero con elevada transparencia, liquidez y flexibilidad. Es fácil conocer el precio de un ETF, que valores forman parte de él, su cotización en todo momento, su evolución, etc. También es una característica fundamental su liquidez y el hecho de que la compraventa sea en tiempo real.
Formar parte de los fondos de inversión, le permite tener una diversificación mejor al poder formar su propia cesta de acciones por lo que soportan un riesgo menor que tener las acciones de forma individual. Esto permite el acceso a un mercado que requiere una inversión más reducida que si tuviésemos que replicar la propia cartera que compone el índice.
Los fondos cotizados se negocian en el mercado bursátil y es el que fija las normas de contratación de los mismos. El fondo dispone también de su entidad emisora y gestora. La política de inversión del fondo debe reproducir un índice bursátil o de tipo financiero (Ibex, S&P 500, de renta fija, materias primas, sectorial, etc.)
Los ETFs pueden también repartir dividendos. Esto afecta a su cotización en los días cercanos al reparto de dividendos.
Ventajas y desventajas
Entre las grandes ventajas, como hemos comentado, se encuentra la diversificación de nuestras inversiones, la transparencia, la flexibilidad y la simplicidad. También es de destacar sus reducidos costes en comparación con los fondos de inversión, ya que no tienen comisión de suscripción, ni de reembolso, ni de resultados. Solo tienen que replicar al índice y no necesitan un equipo de analistas que realicen cambios en las inversiones. Tienen un canon de negociación y una comisión total anual, costes mucho más reducidos que los de otras inversiones.
Como desventaja, con respecto a los fondos, destaca que no es posible traspasar entre fondos diferentes para evitar tributar por las plusvalías. Su fiscalidad es similar a la de las acciones.
Tributación de los ETFs
En cuanto a tributación funciona igual que las acciones. Todas las plusvalías o minusvalías forman parte de la Base Imponible del Ahorro y se suman a otras ganancias o pérdidas que se integran en el ahorro (acciones, fondos, etc). Los tramos impositivos en 2017 son:
- Entre 0 y 6.000€. se aplica un 19%
- Entre 6.000 y 50.000€ se aplica un 21%
- Para más de 50.000€ se aplica un 23%
Fondos indexados y ETFs
Hay otro tipo de fondos dentro de la gestión pasiva que son los fondos indexados. Aunque las ETFs han ganado terreno a los fondos indexados es bueno conocer también su funcionamiento. Su política de inversión es seguir un índice bursátil o de renta fija intentando copiar su comportamiento. Estos fondos indexados tienen las ventajas fiscales de los fondos frente a las ETFs pero los resultados de las ETFs están demostrando mejor comportamiento en cuanto a replicar los índices y a obtener rendimientos ya que sus comisiones también son más reducidas que las de los fondos indexados.
ETF inverso
Existe en el mercado la posibilidad de operar con un producto financiero que apuesta por la evolución inversa del índice bursátil. Es decir, garantiza un rendimiento igual a la evolución diaria inversa del índice. Se trata de obtener rendimientos cuando el mercado está a la baja. Lo que es cierto en términos diarios, no se confirma en el caso de un periodo temporal más largo. La pérdida máxima está limitada a la inversión inicial pero el posible beneficio puede superar el 100% de la inversión. Se utilizan para compensar o sacar provecho en momentos de caída de los mercados.